Ortopedia Deportiva

El foquito del tablero:

  ¡Se me prendió un foco del tablero!…

    Una alerta. Algo importante que arreglar: ¿Motor, batería, aceite,…frenos?  ¿Y si me deja “tirado”? Mejor sin dudarlo,…lo llevo a revisar. 

   Me chocaron…y tengo tieso el cuello. Y para acabarla de chingar,…también me dio tos,…gripa y me siento enfermo. ¿Igual un aviso? ,…¿qué me está diciendo el cuerpo? Fuera de lo que siento,…¿hay algo un poco más adentro…que tengo que arreglar? 

  Estar lastimado y con malestar es algo con lo que cuesta trabajo lidiar. “Conflicto activo” que estresa,…que nos tensa mucho más. Aunque no fue mi “culpa”,…estoy seguro que el evento algo me dice. ¿Un aviso que me manda el universo…más allá del simple azar?  

   Tenía que pasar. Detrás de la tensión del cuello….”trapecio y paravertebral”… identifico perfectamente la TENSIÓN EMOCIONAL. Ando en friega. No he tenido paz. Me he olvidado…y he estado poco conmigo mismo…y mucho con los demás. ¿Me está invitando a detenerme? ¿Un descanso…para mirarme dentro y ponerme a reflexionar? 

   “El cuello es tu flexibilidad” -es para muchos seguro- “Los accidentes,…nosotros mismos los provocamos”, aunque cueste creer que es verdad. Todo lo que sucede está en sintonía con lo que “RESONAMOS”. Estoy RESOLVIENDO algo. Lo que PENSAMOS…lo CREAMOS. No te puede pasar nada con lo que no estés conectado. Todo lo vivido tiene un objetivo muy claro. ¿Qué piensas? ¿Estoy de plano “volado”…o poderosa realidad? 

   Se prendió MI foco del tablero: inflamado, tenso, apagado, mocoso, tosijoso, contracturado….malhumorado. El dolor duele. Mis síntomas son testigos,…la orientación más clara hacia el fondo del malestar. El cuerpo avisa,…sutilmente primero…y si no hacemos caso,…simplemente lo que sigue es GRITAR: ¡Algo anda mal!,…nos “empuja” y muchas veces no lo vemos,….no lo sabemos identificar. El cuerpo enfermo es sabio…solo hay que estar atento y entender “mensaje” que nos está queriendo dar para sanar. 

   Aprendí desde siempre que no está bien estar enfermo. Creo que la mayoría piensan igual. La enfermedad es vista como enemiga. Un monstruo. Para el doctor: una amenaza que atacar. Porque enfermar es MIEDO,…es sentirte vulnerable,..lo que no queremos. Lo que es tan difícil de aceptar. 

¿Y si enfermar y sanar te vuelve más fuerte,…por qué no verlo diferente?,…¿de verdad estará mal enfermar?

  Y si el cuerpo avisa que te falta aceite,…que se bajó una llanta,…que la gasolina se te va a acabar…¡bendito foquito del tablero,…maravilloso malestar! Una crisis curativa,…más que un enemigo,…desde otra óptica,…sin duda, un evento amigo,…que vale la pena tratar de interpretar. 

  Pero normalmente hacemos lo contrario: 

¿Y si llevo el coche al taller para que le fundan el foquito y ya deje de estar chingando?…

….Parece estúpido,…pero es lo que hacemos nosotros a veces con las “molestias” que nos dan…y que nos quieren decir algo. Preferimos atacar a  los síntomas,…en lugar de ir un poco más adentro,…y explorar a profundidad. Porque dentro de ellos no sabemos estar. A pesar de que la vida es de altibajos,…y todo pasa,…estar enfermo es “estar mal”. El malestar dispara otros conflictos. Lo consideramos algo oscuro. La enfermedad: Una “SOMBRA”,…algo con lo que mejor no hay que contactar. 

…la “Sombra”….

   Lo que temes y rechazas,…lo que sientes que no es tu realidad. Lo que estás convencido de que te hace mal y te niegas rotundamente a aceptar. Tu lado menos conocido. Aquella cosa que te guardas,…de la que no puedes hablar. Lo que tiendes a juzgar pero con tus pensamientos creas…en lugar de simplemente detenerte y observar. Una lucha. El mismísimo miedo disfrazado de incomodidad. La vía más directa…a tu zona de oscuridad…

   “Sombra”…la que todos tenemos dentro y tendemos a no mirar,…la que no podemos confrontar,…porque nos tensa volvernos sinceros,…y contactar con nuestra VULNERABILIDAD. La historia de vida que nos hace pensar que somos quienes somos. El dibujo que hemos creado. La imagen que tiene nuestra limitada mente de nosotros.   

  Mirar la “Sombra”,…la puerta al auto conocimiento,…a la exploración de la mitad de nuestra realidad. 

   Contactar con la escondida “sombra”. Y poder verla con con gratitud y curiosidad. Entender a la enfermedad como un motivo para cambiar el rumbo. Oportunidad para regresar a mirar desde el lado positivo al mundo. Un camino a la libertad,…para entender, fluir, soltar y resonar distinto,…para moverte,…dar un brinco y evolucionar.

¿Si aprendiéramos a escucharla? 

Aceptarte vulnerable…es todavía más valiente…

   El foquito del tablero: ACCIDENTE o ENFERMEDAD. Testigo que nos avisa que en nuestros pedos,…tienen mucho más peso de lo que creemos: nuestra mente…

…y nuestra emocionalidad.