Querido Paciente…
…te pido que escuches esto que te digo…
Lo percibo. Estás enfermo…lastimado…y además,…fuertemente confundido. Debe ser frustrante y estresante sentirte así de vulnerable y con el ánimo tan deprimido. Te tuviste que apartar. El dolor te ha hecho hacer una pausa. La enfermedad te ha detenido…
…y te cuesta tanto trabajo entender el motivo.
¿Sabes?,…he entendido que en lo más profundo de tu ser,…tu problema tiene más que una causa: un OBJETIVO,…un fin,…alguna lección que aprender.
Los síntomas te hablan,…pero no los sabes escuchar y son difíciles de analizar y comprender. Pero si miras bien,…tu enfermedad es tu “maestra”. Te está pidiendo que captes algo que tienes que reconocer.
¿Por qué estás enfermo?…o mejor dicho…¿PARA QUÉ estás enfermo? ¿Y si no fuera cuestión de azar o casualidad? ¿Qué te quiere decir tu cuerpo,…qué te grita tu malestar?
…¿Te has preguntado por qué te duele siempre lo mismo,…por qué te lastimas tantas veces el mismo lugar?
La enfermedad no te gusta,…porque te muestra tu vulnerabilidad,…lo que odias y rechazas,…lo que dentro de ti habría que cambiar,….no solo a nivel físico, sino a nivel conciencia,…mente…o a nivel emocional. La enfermedad te habla de lo que tiendes a rechazar.
Hay una cosa más adentro que en nuestra “racionalidad” de doctor todavía no reconocemos y no somos capaces de identificar. Nos quedamos con la vista en la punta del iceberg,…en lo evidente,…en lo superficial. Te puedo arreglar la rodilla, el tobillo o el hombro,…claro…pero ¿soy capaz de ver más allá? El problema real es mucho más grande,…y está bajo el agua,…en la profundidad:
Lo que reprimes, lo que te aguantas, lo que te estresa, lo que te guardas,…lo que hay detrás de tu personalidad tiene tanto que ver con tu realidad. Los cerebros izquierdos podrían verlo como “Psicosomática”,…los derechos tal vez como “Energética”,…pero finalmente el principio es el mismo: ¿Cómo manejas tu andar por el mundo,…cómo reaccionas ante tus problemas,…cómo lidias con tu emocionalidad?
Te duelen la espalda o los hombros pero no identificas “qué estás cargando.” Te lastimaste el pie y no sabes en qué aspecto de tu vida tienes que “avanzar.” Las manos te molestan y no has comprendido que hay algo que te vendría bien “soltar.” Te preocupas por tu rigidez articular pero te has olvidado de tu “cuadradez mental”. Te fracturaste y no entiendes que andabas en friega y tu cuerpo te está reclamando que ya te tenías que “frenar”.
…y así,…no te imaginas cómo tus emociones impactan en tu riñón, en tus pulmones, en tu hígado,…en tu corazón.
Querido paciente. A veces fallamos en orientarte para estar mejor,…pero eres un “Iceberg”. En la punta está tu enfermedad,…tu lesión,…y está bien atacarla. Para eso está el doctor. Te acompaño,…pero el andar es tuyo. Gran parte de tu salud ESTÁ EN TI,…y en tu intuición.
Mira más de cerca…
El camino verdadero a tu sanación,…es ir más profundo,…entender lo que no se puede ver porque está sumergido….y encarar, asimilar, soltar,…
…echarte un clavado a tu interior.