Algunos me felicitaron por el día del maestro…unos de medicina y otros de la vida…y de veras lo agradezco. No sé si lo merezco,…pero lo que sí creo…y para mí es un hecho,…es que un maestro puede ser cualquiera:
Un maestro puede ser tu misma abuela,…un perro, un hijo,…el niño que te fregaba en la escuela,…tus papás, una pareja,…una amiga,…el abusivo que se te mete en la fila,…un hermano, tu peor enemigo, o hasta tu compañero de asiento de metro en la estación Chabacano,…un completo desconocido.
Un maestro es el que te mete la pata…y también el que te levanta. El amigo que se sienta contigo y te puede escuchar, ponerse en tus zapatos y platicar,…o cualquier persona que se mete en tu camino, que te saca de balance…y te hace reflexionar.
Un maestro es el que en la vida…te da una buena sacudida que te haga crecer…o el que te enseña a tocar la Quena, solo porque por ahí pasabas y quisiste aprender.
Un alumno, puede ser tu mejor maestro. Un maestro puede ser tu mejor alumno. Todos somos alumno y maestro al mismo tiempo,…porque todos somos uno. Solo es cosa de observar,…y estar bien atento,…porque en cualquier momento se puede atravesar esa persona especial,… que algo tenía que venirte a enseñar.
Un maestro para mi es cualquiera, que te lleve a la vereda…para conocerte mejor y evolucionar.
Agradezco a mis maestros,…todos ellos. No los puedo contar: Los más grandes y los pequeños,…simplemente por estar.