¿Qué son las fracturas por Estrés?
También llamadas fracturas “por fatiga”. Ocurren como resultado de la aplicación de fuerzas repetidas en los huesos por un tiempo prolongado. Es fácil entenderlo si te imaginas un alambre al que doblas y desdoblas varias veces en el mismo punto,…terminas por romperlo. Lo mismo le sucede a los huesos. Lo más frecuente es que estas fracturas aparezcan con cargas bajas, a frecuencias elevadas (como correr un maratón).
Las fracturas por estrés son más frecuentes en huesos de carga (piernas) en mujeres jóvenes, deportistas. Otros factores de riesgo son el uso de anticonceptivos, desórdenes hormonales, trastornos de la alimentación, el acortamiento de una pierna y alteraciones de la pisada. Aunque son más frecuentes en personas con estas características, pueden ocurrir en cualquier individuo después de los 7 años. Los sitios más frecuentes son la tibia, el peroné (fíbula), los huesos del pie (metatarsianos) y el fémur.
¿Cuáles son los síntomas de una fractura por estrés?
El paciente generalmente inicia con un dolor leve inicial, relacionado con la actividad física que va progresando en intensidad sin el antecedente de una lesión aguda. Inicialmente ese dolor se quita al descansar, pero después de una a 2 semanas, se vuelve continuo, intenso y puede despertar en la noche a la persona. Se puede encontrar dolor e inflamación local al tocar el sitio de la fractura.
¿Cómo se diagnostica una fractura por estrés?
Las radiografías son muy útiles, pero a veces NO muestran la lesión inicialmente, sino hasta la 2ª o 3ª semana. El diagnóstico en estos casos lo hacemos con un estudio especial que se llama Gamagrama, el cual puede demostrar la fractura en las primeras 48-72hrs. A veces tomamos una Tomografía para tener una mejor definición de la imagen y una reconstrucción en 3ra dimensión.
¿Cuál es el tratamiento de estas fracturas?
El tratamiento habitual de las fracturas por estrés consiste en REPOSO y a veces se requiere inmovilización del hueso afectado, pero hay algunas zonas como la parte anterior de la tibia, el cuello del fémur, el quinto metatarsiano y el escafoides del pie, que frecuentemente tienen mejor resultado si se intervienen quirúrgicamente.
¿Cómo puedo evitar una fractura como estas?
Las fracturas por estrés definitivamente hablan de sobrecarga mecánica y lo habitual es que estén asociadas a un entrenamiento excesivo. Lo más importante para prevenir las fracturas por estrés es asesorarse con respecto a los programas de entrenamiento, técnica deportiva, poner atención al equipo y calzado utilizado en tu deporte, asegurarte de que estás apoyando con el pie adecuadamente y si no, compensar tu pisada con plantillas bien diseñadas, incluir en tu entrenamiento intervalos de descanso suficientes y el aumentar las cargas de trabajo en forma progresiva. Solo recuerda…el cuerpo es muy sabio. Si duele, es que el cuerpo está protestando y hay que revisar qué está pasando.
Fractura por estrés en la tibia: En esta radiografía, la flecha marca el sitio de la fractura (zona blanca) en un corredor de maratón.
Gamagrama: Un gamagrama en el mismo paciente, donde se “pinta” claramente la fractura por estrés.
Tomografía: Este estudio muestra la extensión y confguración de una fractura por estrés en un hueso del pie (escafoides) en una gimnasta.
Resonancia Magnética: En esta misma fractura, nos sirve para confirmar la presencia de la fractura y extensión de la inflamación (área blanca, ver flecha).