Ortopedia Deportiva

Lesiones en los niños

¿En qué aspectos son diferentes las lesiones de los niños?

Por el tipo de actividades que tienen los niños, estos se golpean y se lastiman más frecuentemente que los adultos, pero sus lesiones habitualmente son menos serias. En primer lugar, los niños al ser físicamente más pequeños, al sufrir una lesión, la energía involucrada en ella normalmente es menor. Por otro lado, su aparato musculo-esquelético tiene grandes diferencias con respecto a los adultos:

 

1.- Sus huesos son menos rígidos que los huesos adultos y eso hace que al aplicarles una fuerza, tengan cierta elasticidad y adaptabilidad que hace que sean menos propensos a fracturarse con una fuerza proporcional.

2.-El cartílago que recubre a las articulaciones tiene un mayor aporte de sangre y pueden reparar algunas lesiones que se produzcan en este, capacidad que los adultos han perdido por completo.

 

3.- Sus músculos, tendones y ligamentos son relativamente más fuertes y más elásticos, pero las tensiones que generan en sus uniones al hueso (inserciones) pueden ser suficientes para lesionarlo. Esto sucede especialmente en los adolecentes que hacen mucho ejercicio: Su musculatura puede desarrollarse más rápidamente que el hueso todavía inmaduro, causando un estrés muy grande en este último. Un tirón de un tendón o ligamento que normalmente causaría su ruptura en un adulto, en un niño no es raro que produzca un arrancamiento del hueso a nivel de su inserción, a lo que llamamos “Avulsión”.

 

4.-De igual manera, los niños pueden desarrollar lesiones por estrés o sobrecarga por tracción repetitiva de los tendones y ligamentos en su inserción (donde hay cartílago en lugar de hueso) y llevando al niño a una inflamación crónica del sitio a lo que llamamos una “Apofisítis”, la cual produce mucho dolor y limitación de la función, relacionada con la actividad, por ejemplo, la más común: la enfermedad de Osgood-Schlatter a nivel de la inserción del tendón patelar en la tibia.

 

5.- Todos los huesos largos de los niños tienen un punto muy débil: el Disco de Crecimiento (o Fisis). Estos discos de crecimiento se encuentran en los extremos de los huesos y están formados de cartílago que va proliferando y se va calcificando progresivamente, aumentando su longitud. Las Fisis se encuentran en su punto relativamente más débil durante la adolescencia, (el periodo de crecimiento rápido). Si existe una fuerza que pudiera lesionar el hueso en sus extremos, en lugar de fracturarse, lo habitual es que presenten Lesiones Fisarias (lesiones que atraviesan o cruzan el cartílago de crecimiento). La complicación más grave de esto, es el bloqueo del crecimiento (que puede llevar a acortamiento y deformidades de los huesos).

¿Cómo puedo evitar que un niño se lastime?

En los tiempos actuales, se les está exigiendo más a los niños en el entrenamiento, en cuanto a tiempo e intensidad de las cargas. Lo que te puedo decir con respecto a esto es que hay muchos estudios que han demostrado que los niños que ganan torneos cuando son muy pequeños, rara vez destacan siendo adultos. Muchos niños dejan el deporte muy temprano si se les sobrecarga porque no lo están disfrutando. El deporte en los niños debe ser variado y sobre todo, divertido. En niños de 7 a 9 años, el entrenamiento debe basarse en la técnica deportiva y a manera de juego. En los niños de 10-14 años ya se puede aplicar un programa de entrenamiento general, técnica y tácticas deportivas. Hasta los 15-16 años es cuando deben ya tener una preparación física con aumento en las cargas de trabajo que los lleve ya a especializarse en el deporte al terminar el crecimiento. Los niños nunca deben iniciar con cargas grandes (con pesas, por ejemplo) hasta que terminen de crecer que es aproximadamente a los 14 años en las niñas y a los 16 años en los niños. En ellos, es mejor aplicar ejercicios que involucren cargar su propio peso (barras, sentadillas, lagartijas, etc.).

En resumen, es indispensable dosificar las cargas de trabajo en los niños a conciencia para lograr que sean exitosos en su deporte. Con excepción de las caídas que muchas veces no se pueden evitar, la mayor parte de las lesiones se dan, porque estamos exigiéndoles más de lo que sus cuerpos deben soportar.

Fractura de espina tibial. El ligamento fuerte, jala el hueso más blando y lo arranca de su lugar.

Enfermedad de Osgood-Schlatter: la tensión crónica del tendón patelar en su inserción en la tibia, produce una “Apofisitis”.

La flecha amarilla marca el cargílago de crecimiento, a través de donde se pueden generar fracturas (flecha negra).

Esta radiografía muestra la diferencia de una “Fractura” (flecha blanca) en el centro del hueso, versus una “Lesión Fisaria” a través de la fisis en el extremo del hueso del niño (flecha naranja).