Ortopedia Deportiva

Las lesiones son muy frecuentes en la práctica deportiva. Si practicas deportes de alto riesgo (como deportes de equipo al aire libre, deportes extremos, de contacto o con alto índice de saltos), muy probablemente, por estadística sufrirás una lesión al menos una vez al año. Las lesiones en el deporte se pueden dividir en dos grandes grupos: Las Lesiones Agudas, generadas por una carga única de alta energía (como una fractura producida por un golpe muy fuerte), o las lesiones por Sobreuso o por Estrés, en las que la carga repetitiva (como correr un maratón) en una zona específica produce el daño. Estas últimas han sido menos estudiadas pero son muy frecuentes y no dejan de ser también muy importantes.

            Independientemente del tipo de lesión, cuando esta se produce, se genera una inflamación local importante, muchas veces acompañada de sangrado, por ruptura simultánea de vasos sanguíneos. Este sangrado, aumenta el volumen y la presión en los tejidos, produciendo dolor.

Las lesiones pueden variar en cuanto a severidad, pero las reglas básicas para enfrentarte con una de ellas, sea cual sea el tipo, son las mismas. En caso de presentarse, hay una nemotecnia muy conocida que son las siglas en inglés RICE, que puede ayudarte para recordar fácilmente lo que se debe de hacer:

· R         Reposo: hay que dejar de utilizar la parte lastimada (o al menos tratar de moverla lo menos posible). No es raro pensar…ah,…no me pasó nada, sin darle la importancia que se merece y después viene una inflamación más severa, que puede tardar más tiempo en mejorar. El reposo limita la inflamación y el daño en el tejido lastimado. NUNCA dejes que te manipulen o te “soben” como vulgarmente se dice. Te pueden provocar más daño todavía. Hemos visto muchas complicaciones de inflamación severa o empeoramiento de la lesión por este tipo de prácticas.

· I            Hielo (de ICE, en inglés): Es un error muy frecuente el poner en agua caliente la parte lastimada inmediatamente y eso aumenta la inflamación. No hay como el frío para limitar esa inflamación y eliminar dolor (porque constriñe los vasos sanguíneos). Se recomienda que se aplique si es posible, por 15 a 25 minutos, al menos 3 veces al día. Las mejores opciones para enfriar los segmentos distales (mano y pie) es llenar una cubeta de agua,  ponerle varios hielos y meter la parte afectada. Si es en otras regiones, lo mejor es llenar una bolsa con hielo frappé y aplicarlo directamente. Una alternativa muy útil es una bolsa de verdura congelada o una bolsa de gel diseñada especialmente para eso. Cuidado con la piel. El hielo directo sin protección la puede quemar. Ponle una toalla o franela muy delgada mojada (para que pase el frío, pero la proteja).  Revisa la piel cada 3 minutos. El hielo debe usarse por 72 horas. Después de este tiempo y hasta los 7 días se pueden usar contrastes (frío y calor alternados) y calor después de la semana.

· C            Compresión: Si tienes el recurso, utiliza una venda elástica para dar compresión al sitio lastimado y limitar la inflamación. Una buena opción si se está prevenido,  es mojar la venda y tenerla en el congelador para hacer vendajes fríos. También hay ciertas férulas y dispositivos de inmovilización que dan compresión neumática.

· E            Elevación: La fuerza del corazón lleva la sangre a todas las regiones del cuerpo. El retorno de la sangre se da a través de las venas por medio de la contracción de los músculos. En una lesión, en la que hay un proceso inflamatorio, y el movimiento disminuye, el elevar la parte lastimada por arriba del nivel del corazón, es un método muy efectivo para ayudar a desinflamarla por efecto de la misma fuerza de gravedad.

            En todos los casos, por leve que parezca la lesión, consulta a tu ortopedista. A veces las lesiones pequeñas son las que nos dan más lata a la larga,…por no cuidarlas en su momento como se debía. Más vale ver que todo está en orden por pequeña que parezca la lesión y no arrepentirte después por no hacerle caso.