Ortopedia Deportiva

Trasplante de Menisco

¿Por qué es tan importante el menisco?

Los meniscos son elementos que están dentro de la rodilla y funcionan, entre otras cosas como “estabilizadores” y “amortiguadores” de esta. Desgraciadamente, el menisco es un elemento que es altamente propenso a romperse, generalmente por lesiones durante la práctica deportiva, o en pacientes mayores de 50 años por degeneración. Al romperse un menisco, el paciente puede experimentar dolor, chasquidos, tronidos o sensación de que la rodilla se atora.

 

¿Qué pasa si se quita un menisco roto?

Un menisco roto puede repararse en pacientes jóvenes si la configuración de la lesión lo permite y si el menisco tiene buena calidad y poco tiempo de haberse roto. Si este no se repara, con el tiempo se rompe más, se degenera, se fragmenta y se deforma volviéndose prácticamente incapaz de cicatrizar. Desgraciadamente, en nuestro país, vemos muchos pacientes con este problema, en primer lugar, por el tiempo tan largo en que se hace el diagnóstico (muchos pacientes se esperan para buscar atención,…muchos médicos no lo diagnostican). El otro problema, que es una realidad en México es que muchos cirujanos no saben reparar meniscos, y al encontrarse durante una artroscopía, con un menisco roto que pudiera ser reparable, no tienen otra opción que quitarlo. La ausencia de menisco aumenta más de un 350% las cargas en la rodilla, lo cual lleva invariablemente al desgaste prematuro de esta. Hemos observado desgaste importante tan rápido como 5 años después de que se quitó un menisco en gente que hace deporte intenso.

 

¿Qué es un trasplante de menisco?

Un trasplante meniscal significa ponerte un menisco de cadáver en el lugar donde estaba el menisco que perdiste. El trasplante meniscal es un procedimiento relativamente nuevo que se hace en el mundo desde hace más o menos 20 años y en México desde hace poco menos de 10 años. Este procedimiento se ha aceptado como una buena opción para el tratamiento de pacientes CON SÍNTOMAS a los que previamente se les ha quitado casi todo, o todo el menisco. Existen estudios que sugieren que un trasplante de menisco podría replicar (aunque no en forma completa) la acción amortiguadora y espaciadora del menisco normal y de esa forma aliviar el dolor y mejorar la función de la rodilla. Sin embargo, no se ha demostrado que detenga el proceso de desgaste. Es un procedimiento que requiere más años de evaluación y experiencia y todavía deja mucho que desear. La tasa global de éxito en el mundo de este procedimiento oscila entre el 60 y el 85%.

 

¿Soy candidato para trasplante de menisco?

Las indicaciones absolutas (significa que tienes que tener todas las características siguientes para ser candidato) para trasplante son: Paciente activo, físicamente joven (menor de 40 años), quien ha perdido previamente todo, o casi todo el menisco, con DOLOR en el compartimiento afectado, con menos de 2-3mm de pérdida del espacio donde iba el menisco con respecto a la otra rodilla en las radiografías simples y SIN DATOS DE DESGASTE SEVERO en la rodilla. Además se requiere que exista un borde remanente de menisco de al menos 2-3 mm al que vamos a suturar el menisco nuevo.

Las contraindicaciones relativas (condiciones que tienen que evaluarse y corregirse antes, o durante la cirugía para evitar que el trasplante falle) son: Mala alineación de la rodilla, laxitud de los ligamentos y lesiones en el cartílago aisladas, no muy extensas y bien delimitadas. Actualmente NO ESTÁ INDICADO un trasplante de menisco CUANDO YA HAY DESGASTE SEVERO en la rodilla.

 

Es importante que sepas que el trasplante hasta ahora NO ESTÁ INDICADO en pacientes SIN SÍNTOMAS DE DOLOR (por prevención), ya que, como comenté, no se ha demostrado que retrase el proceso de desgaste y porque sabemos que el trasplante no durará para siempre. Por alguna razón que todavía desconocemos, las células del receptor no alcanzan a poblar como quisiéramos el injerto trasplantado y no pueden mantenerlo. Un alto porcentaje de estos se rompen y fallan, requiriendo cirugías adicionales. Un trasplante puede producir más problemas que beneficios si no se escoge bien al paciente. Si pones en una balanza riesgos contra beneficios, lo mejor es no precipitarse. Muchos ortopedistas lo están colocando en la misma cirugía en la que quitan el menisco o poco tiempo después de haberlo quitado, y eso actualmente no es adecuado. Puede ser que las indicaciones cambien cuando sepamos qué pasa con los trasplantes después de varios años,…pero hasta ahora,…la mayoría fallan antes de 10 años. Lo que sí te recomiendo, es…si no tienes menisco, sigue tu rodilla muy de cerca, para determinar junto con nosotros, cuándo es el mejor momento para hacerlo.

 

¿Cómo se hace un trasplante de menisco?

Lo hacemos con técnicas artroscópicas. Lo primero es tomar radiografías de tu rodilla con marcadores para medirlas y conocer de qué tamaño tiene que ser tu menisco. Con esto se busca a un donador que sea compatible en dimensiones. Los meniscos son comercializados por bancos de tejidos especializados que procesan los injertos para retirar las células del donador, lo cual hace que sea prácticamente seguro colocarlos, reduciendo muchísimo la posibilidad de transmisión de enfermedades infecto-contagiosas como el VIH o Hepatitis. Como no hay células, tampoco es necesario inmuno-deprimir al receptor (bajarle las defensas como en los trasplantes de órganos, para evitar el rechazo del tejido). El banco de tejidos entrega el menisco el mismo día de la cirugía. Este se extrae y se prepara de una manera especial para colocarlo, generalmente dejando un fragmento de hueso a nivel de la inserción de los extremos del menisco para asegurar que se integre. Se hace una artroscopía y se prepara el compartimiento a trasplantar, regularizando los bordes del remanente del menisco. La técnica para colocar el menisco de afuera y el de adentro son diferentes por sus características anatómicas. Su colocación involucra hacer túneles en la tibia (para el menisco de adentro) o un canal (para el de afuera) que van a alojar los extremos del menisco. El menisco nuevo se mete a través de los mismos orificios por los que se meten los instrumentos artroscópicos. Y se jala hacia los túneles por medio de suturas, dejándolo en su sitio. Finalmente Este se acomoda, se fija y se sutura al remanente de menisco del paciente. Finalmente, se verifica su integridad, estabilidad y el movimiento de la rodilla.

 

¿Qué implica la rehabilitación?

La rehabilitación inicia al primer día después de la cirugía, generalmente con movilidad progresiva de la rodilla, sin apoyo y con protección con una rodillera mecánica articulada por 4 a 6 semanas. Posteriormente se instala un programa de ejercicios para ganar movimiento, fortalecer progresivamente, estiramientos y retorno gradual a la actividad. Normalmente el regreso a la actividad deportiva se recomienda hasta el 6º a 9º mes, dependiendo del caso.

 

¿Qué debo esperar si se me hace un trasplante meniscal?

Los objetivos principales al hacer un trasplante son: en primer lugar, que puedas hacer tus actividades de la vida diaria SIN dolor. En segundo lugar, que puedas hacer actividad física LIGERA. Es importante que sepas que si se te trasplanta un menisco, NO VAS A PODER REGRESAR A UNA ACTIVIDAD DEPORTIVA INTENSA, porque vas a romper tu menisco trasplantado. Es una realidad que aproximadamente 25% de los pacientes terminan en una nueva cirugía pocos años después por ruptura del injerto. Si estás pensando en esta posibilidad para ti, busca a un cirujano experto. En México somos pocos los entrenados para hacer este procedimiento, que es técnicamente difícil.


Rodilla sin menisco: Vista por artroscopía. El fémur (F) que tiene forma de esfera, al articularse con la tibia (T) que es plana, sin ningún elemento que la proteja, distribuya las cargas y aumente su congruencia, esté sometido a una presión excesiva, en un solo punto, que la lleva a la rodilla al desgaste inevitable.
Medición del menisco: Las radiografías con marcadores nos sirven para medir el compartimiento a trasplantar (Líneas blancas) para encontrar un menisco que le quede.


Menisco preparado: En este caso que es para un menisco de adentro (medial), se dejan pastillas de hueso a los extremos (cuernos), se marca la parte superior para orientarlo en la articulación y se colocan suturas de tracción.


Introducción del menisco: Las suturas que sostienen al menisco (M) entran a la rodilla, pasan por túneles en la tibia y salen al exterior para poder jalarlo y dirigirlo hacia la articulación.


Menisco trasplantado: El menisco nuevo (M) queda en posición entre el fémur (F) y la tibia (T). Se ponen múltiples suturas para fijarlo bien a la cápsula de la rodilla.


Menisco y Ligamento Cruzado Anterior simultáneos: cuando existe inestabilidad de la rodilla como en este caso por deficiencia del LCA, además del trasplante meniscal, estamos reconstruyendo el ligamento cruzado. En la foto están entrando ambos a la rodilla.