Ortopedia Deportiva

Esguinces e Inestabilidad de Tobillo

¿Qué es un esguince de Tobillo?

El esguince de tobillo es la lesión deportiva más frecuente. Se refiere a un estiramiento o ruptura de uno o más ligamentos que sostienen a la articulación del tobillo (tibia, peroné y astrágalo) en grado variable, lo cual produce dolor,  inflamación alrededor del tobillo y dificultad para caminar.

¿Cómo ocurre?

Ocurre  cuando el tobillo se tuerce con el pie hacia adentro (inversión), la cual es la más frecuente, o hacia fuera (eversión). Ambos mecanismos hacen que la pinza que forma el tobillo se abra y estire los ligamentos que la sostienen.

¿Cuáles son los Síntomas?

Los síntomas son: dolor en la parte de afuera y adentro del tobillo, o incluso a nivel del pie. Inflamación alrededor de los “huesos prominentes” a los lados del tobillo llamados maléolos y puede acompañarse de sensación de inestabilidad y dificultad para caminar.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico es evidente a la exploración, por la inflamación y el sitio de dolor, pero a veces, pueden pasar desapercibidas algunas fracturas lo cual se evalúa con una radiografía. También usamos las radiografías para descartar una “avulsión” o arrancamiento del ligamento que a veces se ve como un fragmento de hueso pequeño en la radiografía. Si ya tienes antecedente de varios esguinces, pudiera ser necesario tomar una resonancia magnética, para ver el estado de los ligamentos, descartar lesiones en el cartílago del tobillo y evaluar si no hay un síndrome de pinzamiento.

¿Cómo se trata?

El tratamiento depende de la severidad del esguince. El reposo, hielo, elevación y protección es el mejor tratamiento. Tu médico podría indicarte una tobillera rígida y una rehabilitación rápida, hasta inmovilizarte con una bota de plástico tipo Walker o una bota de fibra de vidrio en esguinces más severos. El tratamiento generalmente tarda unas 2 a 3 semanas. Nunca dejes un esguince sin tratamiento por pequeño que parezca. Te puede generar dolor  crónico,  o inestabilidad del tobillo. No vale la pena. Es mejor cuidarte dos semanas, que sufrirlo por meses.

¿Cuándo puedo regresar a mis actividades?

Cada quien se recupera a diferentes velocidades, pero en términos generales, para regresar a tu actividad es prudente hacerlo tan pronto veas el tobillo “del mismo tamaño” que el otro, sin inflamación, cuando tengas movimiento completo sin dolor y hayas recuperado la fuerza de tu pantorrilla.  Si te aceleras en esto, puede quedar un tobillo doloroso.

¿Qué debo hacer si ya llevo muchos esguinces?

Si ya es frecuente que te lastimas el tobillo vale la pena que te cheques. Pudieras tener una inestabilidad de tobillo y puede valer la pena estabilizarlo. Cada vez que te tuerces, tus ligamentos se lastiman más. Si tienes dolor, pudieras tener una sinovitis (inflamación de la cápsula interna del tobillo) o un pinzamiento que puede ser tratada fácilmente por artroscopia. No te descuides. Vale la pena atenderte.  La inestabilidad crónica te puede llevar a que el cartílago se lastime, llevándote a un desgaste prematuro de este. Existen maniobras especiales para sospechar la presencia de inestabilidad de tobillo.

¿Qué pasa si tengo inestabilidad en el Tobillo?

 

Lo sientes “flojo” o “inseguro.” Lo más adecuado es tratarlo, porque si lo dejas pasar, tu tobillo puede desgastarse en forma prematura. Lo que hacemos es confirmar que tienes inestabilidad mediante unas radiografías que se llaman “proyecciones con estrés”, en las que comparamos qué tanto se abre el tobillo con respecto al otro. Si la diferencia es significativa vale la pena estabilizarlo mediante cirugía. La cirugía puede incluir una revisión artroscópica y una reconstrucción abierta de los ligamentos estirados o rotos, o un reforzamiento con un tendón para suplir a los ligamentos si estos están ya muy lastimados.


Mecanismo de lesión más frecuente en los esguinces de tobillo.
Los esguinces se manifiestan con dolor, inflamación, moretón alrededor de los maléolos.


Radiografías para descartar fracturas y encontrar el aumento de volumen de tejidos blandos (flecha blanca) o avulsiones (flecha naranja).


Radiografías con estrés donde se nota la inestabilidad . Las rayas punteadas indican el desplazamiento. Las flechas naranjas indican las fuerzas del estrés generado.