Ortopedia Deportiva

¿Qué es la Periostitis o Síndrome de Tensión Tibial Interna?
Es un problema inflamatorio de la inserción en la tibia de un músculo que se llama “Sóleo” que se origina en la parte profunda de la pantorrilla por detrás. Es raro antes de los 15 años y abarca aproximadamente el 10-15% de las lesiones en corredores. Es un problema por sobrecarga y es muy frecuente en personas que tienen el pie plano-valgo flexible (muy poco arco y mucha elasticidad de los ligamentos), lo cual hace que el arco normal del pie se colapse de más durante la carrera.
Otro factor que contribuye, es una relativamente debilidad de otros músculos (el tibial anterior y el tibial posterior). En estas personas, los mecanismos de amortiguamiento del impacto al correr no son adecuados para disipar las cargas. El “Soleo” tiene que hacer una contracción constante para compensar el colapso del arco y la debilidad de los músculos tibiales. Todo esto aumenta el estrés en la inserción de este músculo en la tibia y este sitio se inflama, produciendo dolor.

¿Cuáles son los Síntomas?
Dolor a nivel de la pantorrilla por la parte de adentro, más o menos a la mitad de esta. El dolor se asocia fuertemente con la carrera y generalmente va en aumento conforme avanza el problema, hasta incapacitarlos totalmente para correr. En una etapa avanzada, pararse “de puntas” puede producir dolor.

¿Cómo se Diagnostica?
Se evalúa a la persona para ver si tiene los pies planos. También es muy útil ponerlo a correr para observar si amortigua bien (si golpea muy fuerte el piso con el pie, tiene los dorsiflexores débiles). Con este problema, el movimiento simple del tobillo generalmente no molesta. Se puede tomar una radiografía, pero muy frecuentemente es normal. Esta también puede servir para descartar una fractura por estrés, que a veces puede confundirse con este problema.
Un estudio que llamamos “Gamagrama” puede ser muy útil para diagnosticar este problema y también descartar una fractura por estrés.

¿Cómo se Trata?
Depende mucho de la fase de la enfermedad. Si los síntomas apenas comienzan, el tratamiento se basa en “RICE”. El REPOSO es la clave del tratamiento. Hay que disminuir la intensidad de la actividad, o cambiar a una que no tenga este efecto, como nadar, bicicleta o elíptica. En los casos crónicos, pueden ser necesarios los desinflamatorios, el cambio de actividad, plantillas que absorban el impacto y soporten el arco, fortalecimiento de los grupos musculares débiles, tenis más rígidos tipo “Motion Control”, vendajes con cinta, estiramientos de los músculos de la pantorrilla y masaje con hielo.